The Party That Started It All: A Ann & Peter Harrison High School Romance

2025-09-23 02:07:057 Read

The Party That Started It All: A Ann & Peter Harrison High School Romance

Blurb:


Annabella "Ann" hates parties, math class, and her brother Alex’s overprotective antics. But when a pre-championship basketball bash throws her into a chaotic collision with **Peter Harrison**—the infuriatingly charming captain of the Hawks—her quiet Friday spirals into disaster. Trapped in a locked bathroom with a mysterious voice behind the shower curtain, Ann’s sarcastic banter with "Curtain Boy" turns unexpectedly electric… until she yanks the curtain to find **Peter** himself. Panic ensues. A rogue elbow. A stairway tumble. And suddenly, the school’s golden boy is bleeding on the floor, half the party thinks she’s a murderer, and **Megan Benson**—Peter’s fiercest admirer—is shooting daggers at her.

Meanwhile, flirtatious bestie **Rose** drags Ann into drama, math-whiffing classmate **Jasper** keeps handing her beers, and **Alex** vows to "protect" her from guys… including Peter, who’s now weirdly obsessed with her weirdly green eyes. As rumors fly and basketball championships loom, Ann’s accidental feud with Peter ignites sparks neither saw coming.

Packed with **high school chaos**, **awkward crushes**, and a party gone hilariously wrong, this enemies-to-maybe-more romance asks: Can a klutzy bookworm and a cocky jock survive viral stairway memes, meddling friends like **Derek** and **Felix**, and their own disastrous meet-cute?

Content:

LA FIESTA QUE LO COMENZó TODO





—…y Kiara le dijo a Justin, que le dijo a su amigo, que se enteró por su primo, que supo por mi vecino, que hay una fiesta—terminó de narrar Rose, a la vez que guardaba sus cosas en el casillero.

—Aún no sé a dónde quieres llegar al hablarme de ese complicado círculo de chisme, pero sea lo que sea perdiste mi atención —comentó Annabella con un leve tono sarcástico acompa?ado de una sonrisa.

Jamás fue una chica de fiestas, pero debía admitir que tampoco le desagradaban. El problema no era ir a la casa de un desconocido del cual ninguna había oído hablar, sino que radicaba en el hecho de ir exclusivamente con Rose y no con otro de sus amigos. Rose era simpática, se hacía llamar a sí misma la mejor amiga de Ann, pero eso no evitaba que en cada fiesta fingiera que no la conocía para irse con los más populares. De cualquier modo, prefería quedarse leyendo un libro en vez de aguantar a los borrachos sola.

—Vamos, ?esta fiesta va a ser la mejor de todos los tiempos!

—exclamó la exaltada pelinegra.

—Es lo mismo que dijiste en Halloween; justo tres horas después estaba sujetando tu cabello mientras vomitabas los ositos de goma con vodka —cerró su casillero y comenzó a caminar con una sonrisa en sus labios, recordando lo gracioso que fue ese momento.

Rose la miró con un poco de fastidio, pensando lo aburrida que era a veces. Cerró su casillero con fuerza y comenzó a seguir a la morena sin detenerse a discutirle, pues sabía que iba a terminar aceptando de una forma u otra. El timbre de la escuela sonó, lo que claramente significaba que tendrían que separarse para ir a clases. Ann exhibía una mueca de fastidio, sabía que su siguiente tortura sería ir a la clase de ?La Fósil?, como era llamada por muchos, y tendría que sufrir de su nulo conocimiento sobre matemáticas. No le dio muchas vueltas a la idea de hacerse la enferma para no asistir, por lo cual se resignó a despedirse de Rose y caminar tranquilamente a su sala.

La verdad lo comenzó a meditar un poco. Hace tiempo que no iba a una fiesta y necesitaba comenzar a socializar un poco más con las personas que veía casi cinco días a la semana, pero que no sabía ni sus nombres.

Al entrar, notó que la mayoría de los asientos ya estaban ocupados y que el único que quedaba era, para su suerte, al lado de un chico con el cual compartía una que otra palabra en clases anteriores. Sin dudarlo, se sentó a su lado, y recibió una sonrisa simpática.

—?Miren a quien tenemos aquí! Es la se?orita cero a la izquierda —le gui?ó un ojo a la Ann para molestarla.

—Oye, que sea mala en matemáticas no significa que no entienda esa expresión —rio un poco y comenzó a sacar sus materiales.

El chico era simpático y parecía una buena persona, tanto así que incluso a Ann le apenaba un poco no recordar su nombre.

—Oye, ?oíste sobre la fiesta antes del campeonato? —habló el chico con tanta, o más, emoción que Rose anteriormente.

—Sí, pero la verdad es que no me llama mucho la atención —la chica se encogió de hombros—. Ni siquiera sabía que el equipo de básquetbol había llegado a las finales hasta que una amiga me lo dijo.

—Dejando de lado tu falta de entusiasmo por Los Halcones, deberías ir conmigo para divertirte y saber más del equipo.

No estaba coqueteando y ella lo sabía, pero tenía que admitir que él tenía lo suyo y en más de una ocasión lo vio besuqueándose con alguna chica en una esquina oscura, así que no veía muchas posibilidades de que fuera gay y solo se estuviera imaginando las miradas que de vez en cuando le dedicaba. Era atractivo, sus ojos eran de un azul intenso, y su cabello café claro parecía tan suave que te daban ganas de pasar tus manos por él. No obstante, no era el tipo de Ann porque, según ella, sus facciones eran un tanto infantiles.

—Sabes que mi respuesta va a ser no hasta que encuentre una razón válida para ir —le dio un ligero golpe en el hombro—. Cambiando de tema, ?podrías decirme tu nombre?

—Llevamos de compa?eros desde hace un a?o… y no sabes mi nombre —afirmó para sí, creyendo en parte que la chica estaba jugando con él.

Download the Myfiction app, Search 【 287182 】reads the whole book.

The End
Previous Next

Related Reads